Mar Lunar


 

MAR LUNAR

Presentado por Dunkelvolk Dirección General e idea original: Miguel Angel Zuñiga Giese
Filmación Sebastián Gómez/ Micky Zuniga

 

 

Para algunos, y espero para muchos, el mar y las montañas representan la recompensa o salida a todos sus problemas. En mi caso, el mar es donde más cómodo y conectado me siento. Para los aventureros, a los que les gusta salir de expedición, el mar es el motivo para moverse, es lo que los hace inquietos por naturaleza y en este caso, me incluyo.

 

Yo casi no planeo las cosas y es la filosofía de muchos, hay momentos en que tenemos que poner en orden las ideas y organizarlas, este viaje me sirvió para eso. Les presento la historia de Mar Lunar, “la investigación a lo desconocido”.

 

 

 

 

Nos montamos en una camioneta bien cargada de comida y equipo para acampar, con la sola idea de salir a descubrir lugares al sur del Perú, en búsqueda de un lugar del que poco se conoce o peor aún, que, como yo, muchos ni saben que existe. Según algunos exploradores, que ya estuvieron por estos lares, comentan que el viaje es geográficamente atractivo y que el desafío de manejar por el desierto lo vale.

 

Me animaba la idea de salir de expedición y acampar frente al mar -hace años que no lo hacia- el grupo que nos acompañó son personas muy divertidas e interesantes, cada uno aporto su esencia en este viaje.

 

Mi amigo Gunther Vicich, es un surfer Old timer, lo suyo son los carros y la aventura en el desierto, convirtiéndose en nuestro guía en esta expedición a lo desconocido. Lo acompaño Darek, su hijo, los dos animaban las noches con sus historias divertidas, compartiendo una misma pasión: el mar. Una de las cosas que admiro de ese dúo, es la complicidad que tienen entre padre e hijo.

 

Renzo Giraldo, fotógrafo de profesión, lo conozco hace más de 20 años. Si bien no lo veo muy seguido – a veces en la Playa La Pampilla donde surfeo- es de esos que emanan buena vibra, de esos que ves y te das cuenta instantemente que lo suyo es transmitir a través de una imagen, un viajero sencillo y tablista clásico. ¡Un crack la verdad! Actualmente vive entre el norte del Perú y Lima.

 

Carlos Mario Zapata, tablista profesional, él se dedica y vive del deporte, de estilo radical adentro y fuera del aguaCarlos Mario fue el alma del viaje, puras sonrisas de principio a fin con harta buena vibra. Para todos los que lo seguimos y admiramos, fue todo un lujo poder compartir olas con tremendo surfer.

 

Luis Enrique Piccini, es músico, creativo y comunicador de profesión. Se monto en el viaje a último momento. “Piccini” buscaba una salida que lo inspire para crear la próxima canción para su próximo disco, y que mejor que esta aventura como fuente de inspiración. Sus dos pasiones: la música y el surf. ¿Su propósito de este viaje? Vivirlo para narrarlo.

 

Cuando uno decide viajar en grupo, es importante que todos, en cierta manera, “sintonicen el mismo canal”. Acordamos en no presionarnos por nada, (yo rezaba para que el mar no esté hiper gigante y tener que exponer mi vida jaja), queríamos encontrar olas, no lo vamos a negar, pero tampoco nos íbamos a volver locos si no lo hacíamos. El sólo hecho de estar en el desierto, solos y desconectados del mundo, ya significaba mucho para nosotros.

 

Después de un viaje de casi tres horas y media, llegamos al pueblo de Ocucaje, guiados por Gunter, claro. Para llegar al mar desde la carretera es un camino de más o menos otras tres horas, pero, con Carlos Mario al volante y su forma extrema de manejar, lo haríamos en dos horas (les aseguro que no era el único que estaba ajustando).

 

Ya metidos en el medio del desierto, en medio de la nada, nos dimos cuenta de lo afortunados que éramos de poder estar ahí, este lugar en particular tiene un mix de dunas, que se mezclan con increíbles montañas labradas por el viento, la recompensa de ese escape se vuelve increíble a la vista.

 

Finalmente, después de una larga y dura ruta, llegamos a nuestro destino. Este lugar es una micro bahía, donde rompe una ola perfecta sobre fondo de arena, y con recorrido rocoso, el agua es clara y no hay vegetación cercana excepto por la gran cantidad de algas que lo rodean. Cabe mencionar, que esas plantas marinas son el sustento de los poquitos pescadores de la zona.

 

Nos pusimos en marcha, armamos el campamento y, sin pensarlo, nos metimos al agua para no perder más tiempo, la noche se acercaba.

 

Al día siguiente, nos dedicamos a esperar el momento perfecto para entrar al agua, mientras tanto prepararíamos el café. Después de varias horas y casi a punto de perder esperanzas, unas lindas líneas empezaron a verse en el horizonte, y volando nos fuimos todos al objetivo. La sensación de estar solos en el mar, con olas perfectas y rodeados de amigos, es una experiencia que no t iene precio y que nunca olvidaré.

 

La aventura es la mejor medicina para distraer la mente, el mar te ayuda a olvidar, te ayuda a sanar, es como si las olas fueran una celebración para el alma, puedo asegurar, que cuando estamos corriendo nuestras almas bailan. Es por eso, que en el mar sale nuestra mejor versión, nuestra versión de tablistas con alma.

 

Fin

 

 

 

Agradecimientos:

 

-Gunther Vicich

-Carlos Ruiz de Luque

-Christian Seminario

-María Fernanda Velázquez  

-North Face Perú y Hydro Flask

-The Box

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